Cómo saber si tu hijo sufre un golpe de calor
Llegado el ecuador del verano es frecuente afrontar momentos de altas temperaturas y calor sofocante. Saber si tu hijo está sufriendo un golpe de calor o una insolación y qué hacer al respecto puede ser la clave para actuar rápido y de la mejor forma posible.
Descubre algunos consejos de expertos sobre los signos de agotamiento por calor en un niño pequeño, qué hacer para bajar su temperatura rápidamente y cómo saber si tu hijo está realmente sufriendo un golpe de calor y necesita ayuda médica urgente.
En pocas palabras: el agotamiento por calor y la insolación son riesgos provocados por las altas temperaturas mientras estamos al aire libre, pero también pueden afectar a tu hijo en habitaciones calurosas.
Los bebés y los niños pequeños se encuentran (junto con las personas mayores y más vulnerables) entre los que corren más riesgo de verse afectados. Un niño mayor también puede verse afectado si es muy activo cuando hace calor.
Los niños que sufren un golpe de calor necesitan tu ayuda para refrescarse y que su temperatura corporal vuelva a ser normal. El agotamiento por calor, si no se trata, puede convertirse en un golpe de calor (insolación). Si es así, se trataría de una emergencia médica y habría que llamar a una ambulancia.
¿Cuáles son los signos de un golpe de calor en los niños?
⇒ Sudar profusamente
⇒ Fatiga
⇒ Mareos
⇒ Dolores de cabeza
⇒ Pérdida de apetito y malestar
⇒ Dolor de estómago
⇒ Respiración o pulso rápidos
⇒ Calambres en los brazos, las piernas o el estómago
⇒ Temperatura de 38°C o superior
⇒ El niño orina sólo pequeñas cantidades de orina oscura
¿Qué debo hacer si creo que mi hijo sufre un golpe de calor?
Para ayudar a tu hijo a enfriarse rápidamente, te recomendamos que hagas lo siguiente:
⇒ Llévalo al interior, lejos del sol
⇒ Utiliza un ventilador para enfriar la habitación
⇒ Quítale la ropa
⇒ Sécalo con un paño fresco
⇒ Anímale a beber mucho líquido
Si se siente mal, dale líquidos en pequeñas cantidades y muy a menudo con una jeringa.
Por lo general, si haces todo esto, tu pequeño empezará a sentirse mejor en unos 30 minutos. Si no es así, o si la condición empeora, busca atención médica.
¿Cómo se produce el golpe de calor?
Cuando sale el sol, los niños quieren jugar fuera. Todos sabemos que deben llevar protección solar y que debemos aplicarla repetidamente y con cierta frecuencia. Un sombrero o gorra para evitar la exposición directa al sol también puede ayudar. Pero las quemaduras solares no son el único riesgo para la salud derivado del exceso de sol.
Quizás hayas oído hablar de un fenómeno llamado "homeostasis". Así se denominan los mecanismos que utiliza nuestro cuerpo para mantener las cosas estables, como la temperatura corporal. Así, tanto si hay 5°C en el exterior como 35°C, nuestro cuerpo se mantiene a una temperatura de entre 35°C y 37,5°C. Cuando tenemos fiebre y nuestra temperatura alcanza los 38 °C o más, empezamos a sentirnos mal.
Cuando estamos en condiciones de calor, nuestro cuerpo trata de enfriarse sudando y dilatando los vasos sanguíneos cercanos a la piel para permitir que el calor salga. Pero si esto no funciona y no podemos refrescarnos, nos enfermamos.
Los bebés y los niños pequeños no sólo son más propensos a verse afectados más rápidamente, sino que, por supuesto, no siempre pueden decirnos qué les pasa.
¿Cuáles son los signos de un golpe de calor?
El golpe de calor (insolación) se produce cuando los sistemas corporales de tu hijo diseñados para mantenerlo fresco dejan de funcionar y su temperatura se eleva. Puede desarrollarse por agotamiento por calor. Los principales signos son que tu hijo puede:
- Sentirse mal y vomitar
- Tener dolor de cabeza
- Respirar muy rápido y tener el pulso acelerado (los niños y los bebés tienen naturalmente una frecuencia respiratoria y un pulso más rápidos que los adultos, pero esto aumenta aún más en los golpes de calor)
- Volverse irritable, agitado o confuso
También es importante saber que, mientras que el agotamiento por calor va acompañado de sudoración profusa, la sudoración se detiene en el golpe de calor.
Si no se trata, un niño con un golpe de calor puede sufrir una convulsión, perder el conocimiento e incluso morir.
¿Qué hacer si crees que tu hijo tiene un golpe de calor?
El golpe de calor es una emergencia médica. Deberías:
Llevar a tu hijo al interior y pedir una ambulancia.
Quedarte con tu hijo
Quitarle la ropa
Acostarlo y elevar ligeramente sus pies
Aplicarle agua fresca (pero no helada) con un paño y ventilarlo.
Si está consciente, animarlo a beber agua.
Si pierde el conocimiento, ponlo en posición de recuperación.
¿Cómo puedo evitar que mi hijo sufra un golpe de calor o una insolación?
Siempre es conveniente tener cuidado de no exponer al niño a un calor demasiado directo y vestirlo de acuerdo con el clima. Viste a tu hijo con ropa holgada de fibras naturales, si es posible, y procura que no le dé el sol entre las 12 y las 15 horas, cuando la temperatura es más alta.
Asegúrate de que tu bebé o niño beba mucho cuando haga calor. Los dulces, como los caramelos de hielo y la fruta, como la sandía, pueden ayudar a los niños a consumir más líquido.
Pero recuerda que el agotamiento por calor también puede afectar a un niño en una habitación calurosa.
Por la noche, cuando la temperatura en el interior de tu casa sea más alta que en el exterior, abre las ventanas para que entre aire fresco (pero asegúrate de que las ventanas son a prueba de niños).
Durante el día, cuando hace más frío en el interior que en el exterior, cierra las ventanas y las persianas o cortinas para mantener el aire fresco en el interior.