10 formas de acercar a los niños a la lectura

niño saca libros de la biblioteca

Si tuvieras que decidir a cuál de las siguientes tres categorías pertenece tu hijo, ¿cuál sería tu respuesta?.

  1. ¡Le encanta leer!.
  2. Va por rachas.
  3. No hay manera de que coja un libro.

Nuestro objetivo, y seguramente el tuyo también, es llevar a tu hijo a la primera categoría.

Quizás te preguntes qué debes cambiar si tu hijo no está ilusionado por la lectura. Sigue leyendo este artículo, donde encontrarás 10 consejos para conseguir que a tu hijo le guste leer.

¿Por qué a tu hijo no le gusta leer?

Antes de trabajar para motivarle, es útil comprender por qué tu hijo se opone a la lectura. Probablemente, nuestro pequeño lector reticente piense que leer es difícil o aburrido.

• El niño piensa que leer es difícil

Si para el niño leer es difícil, es normal que no lo elija como actividad de ocio.

Si tu hijo tiene dificultades para leer, deberías enfocarte en encontrar cuál podría ser la raíz del problema. ¿No tiene fluidez con la formación de las frases?, ¿tal vez tenga dificultades porque no ha desarrollado un vocabulario sólido?, ¿es posible que tenga dislexia y esté siendo un problema en su aprendizaje?.

Si a tu hijo le parece que leer es una actividad agotadora, deberías comenzar por localizar su debilidad para poder abordarla. A medida que se vaya convirtiendo en un lector más experimentado, disfrutará mucho más leyendo.

• El niño piensa que leer es aburrido

Para algunos niños, leer no es difícil, pero tampoco es interesante. En ese caso, es posible que no hayan encontrado material de lectura que los motive.

Piensa en lo que le gusta hacer a tu hijo. ¿Tiene un pasatiempo o un área de interés especial?. ¿A tu hijo le gustan los dinosaurios, la gimnasia o quiere aprender a jugar al ajedrez?. Al encontrar material de lectura que despierte su interés y los lleve a leer, les estás dando un impulso extra de motivación.

10 consejos para motivar a tu hijo a leer

1.- Encuentra tiempo para leer

Si tus hijos tienen una agenda muy ocupada y la lectura les roba tiempo a sus clases de natación o a su adorado entrenamiento de fútbol, es probable que la lectura se convierta para ellos en una tarea no deseada.

Deja que la lectura sea un momento relajante y agradable, libre de presiones.

Para ello, es muy aconsejable que reservéis un tiempo para leer juntos. Desde pequeños, es buena idea turnarse para leer en voz alta durante la hora del cuento. A medida que tu hijo crezca como lector, puedes ir leyendo menos y dejar que tu hijo tome la iniciativa con más frecuencia. Si también tienes hijos pequeños, anima al mayor a asumir la responsabilidad de leerles.

2.- Nivel de lectura adecuado

Encuentra lecturas que no excedan las habilidades de tu hijo. Puede que haya interés, pero si el libro es de difícil comprensión o de una temática que no encaje con sus afinidades, la motivación de tu hijo se desvanecerá.

Tú puedes ser de gran ayuda para que encuentre libros que no sean ni demasiado difíciles ni demasiado fáciles. Los niños tienen mejores experiencias de lectura cuando leen libros del nivel adecuado.

Puedes comprobar su elección haciendo que tu hijo te lea algunas páginas. A continuación, hazle preguntas sobre lo que ha leído. Si le cuesta leer las palabras o volver a contar la historia con sus propias palabras, puede ser que le está costando asimilar lo que está leyendo. Si es así, deberías probar con otro libro.

3.- Crea un rincón acogedor para leer

Quizás tener su propio espacio reservado para la lectura puede ser el impulso que tu hijo necesita para relajarse y pasar el tiempo con un buen libro en sus manos.

motivar a tu hijo para que lea

4.- Variedad de material de lectura

Los niños a menudo van y vienen por las estanterías de la biblioteca, pero no acaban de encontrar lo que les apetecería leer. Hay muchos géneros a considerar: curiosidades, libros de cocina, biografías, ficción, etc. Las revistas para niños pueden ser también una excelente forma inmediata de atraer a un niño a la lectura.

Profundiza en la historia y consigue así que el nuevo lector se involucre más en lo que está leyendo. Hazle preguntas sobre los pensamientos, las acciones o los sentimientos de los personajes: "¿por qué cree Juan que lo que ha hecho su compañero de clase está mal?" o "¿cómo se siente su madre después de enterarse?". Conectar la historia con experiencias que hayáis tenido juntos puede hacer que tu hijo sienta la lectura como algo más suyo.

5.- Comparte pasión con tu nuevo lector

La lectura en pareja puede ayudar poco a poco a mejorar la fluidez del niño y conseguir que se sienta más cómodo que leyendo solo.

6.- Déjale con intriga

Elige un libro con un contenido un tanto adictivo y lee el primer capítulo en voz alta. Es el momento de dejar de leer e invitarle a que él siga haciéndolo por su cuenta si quiere saber lo que ocurre continuación. ¡La curiosidad es un arma poderosa!.

7.-Muestra amor por la lectura

Cuando tus hijos notan que tú disfrutas de la lectura, es más probable que ellos desarrollen también esa pasión. Recuerda que tú eres un modelo de conducta para ellos así que, haz que tus hijos te vean leer.

8.- Acceso total a los libros

Utiliza la biblioteca pública de tu barrio o de tu población. Crea poco a poco una pequeña biblioteca en casa. Arréglatelas para que siempre tengan los libros accesibles de manera que, cuando tu hijo decida que quiere leer, siempre tenga más de un libro a mano.

 

Pide al bibliotecario o a un profesor que te sugiera algunos libros populares que puedan gustar a tu hijo. El hecho de que el nuevo lector sepa que tiene entre sus manos un libro que ha tenido mucho éxito entre otros lectores de su edad, puede darle una mayor predisposición a familiarizarse con él y que le guste.

 9.- Lleve siempre encima algo para leer

No salgas de casa sin llevar encima un libro o una revista para niños. De esa forma, la espera en la estación de tren o en la consulta del médico se hará mucho más amena. El niño se dará cuenta de que ha sido más fácil pasar un rato que previsiblemente habría sido aburrido y de que cualquier momento es bueno para leer.

10.- Primero el libro y después la película

Elige un clásico que se haya convertido en película (Charlie y la fábrica de chocolate, El Mago de Oz, La historia interminable, etc) y leedlo juntos poco a poco. Cuando hayáis terminado, organiza una noche de cine en familia para ver la versión cinematográfica. Igual que la lectura, el cine infantil es un instrumento educativo muy poderoso.

Esperamos que algunos de estos consejos te sirvan para motivar a tu hijo a leer, a continuación te damos algunas claves más.

¿Cómo hacer que los niños amen la lectura?

  • Permítele elegir un premio (como una tarde de cine o un picnic) por cada 5 libros que lea.
  • Si le gusta el baloncesto o los dinosaurios, permítele leer algunos libros que cubran esas temáticas (aunque procurando que se interese también por otras lecturas).
  • No viene mal (sobre todo al principio) que los libros de lectura tengan muchas ilustraciones y diagramas.
  • Mantener un registro de lectura de los libros terminados puede ser un gran estímulo que les lleve a querer hacer esa lista cada vez más extensa.
  • Si tienes varios hijos, pídele al mayor que le lea libros sencillos a su hermano menor. A menudo los niños más pequeños admiran a sus hermanos mayores y desean seguir su comportamiento.
  • Crea actividades divertidas y atractivas que se relacionen con los temas de un libro que tu hijo está leyendo.
  • Fomenta actividades paralelas que requieran de la lectura. Por ejemplo, leer una receta de un plato especial que queráis cocinar o leer unas instrucciones para construir una cometa.

Las habilidades lingüísticas y de lectoescritura van a ser un pilar fundamental del éxito de tu hijo en el colegio.

En los primeros años de primaria tu hijo seguirá el proceso complejo de aprender a leer. Si para entonces hemos conseguido que lea por el mero placer de la lectura y por las cosas interesantes que descubre a través de ella, habremos encontrado la manera más efectiva de ayudarle en el largo proceso educativo y de desarrollo de su persona que tiene por delante.

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